A pesar de lo frecuente que esta pregunta aparece por parte de los padres, es difícil tener una sola respuesta. Cada familia tiene sus formas de crianza, y es difícil imponer una manera. Soy partidaria de ayudar, y guiar a los padres, de manera que ellos puedan tomar decisiones informadas y confiables, acorde con lo que les haga sentido.
Según la Asociación Americana de Pediatría, es recomendable compartir habitación con el bebé durante, por lo menos 6 meses, y de forma óptima durante el primer año. Pero pongo hincapié en que compartir la misma cama, no es recomendable, por los riesgos de asfixia que esto puede tener, para el bebé. Siempre en moisés o cuna al lado de la cama, incluso una cuna colecho también sirve.
Que el lactante empiece a dormir solo en otra pieza, es un paso importante a la independencia. Tanto para los papás como para los bebés. Es un momento donde podemos recuperar nuestra vida de pareja y nuestras rutinas antes de dormir. Y en mi experiencia, muchos bebés empiezan a dormir mejor, pues el ambiente de sueño mejora: Ya no hay luces encendidas (TV, luz del baño, del velador, etc), y tampoco hay ruidos externos (de los papás cuando se acuestan, o de los movimientos que podrían despertar al niño).
Creo que lo fundamental para tomar esta decisión, es que a los padres les haga realmente sentido, para que no sea un proceso de angustia y mal rato.
Pero, ¿Cómo hacerlo?:
Ésta es otra pregunta bien frecuente entre los padres. Desde mi mirada, y mi paradigma de trabajo, creo que lo más importante es que estos procesos sean gentiles y graduales, para no causar estrés ni en los padres ni en los niños.
Para empezar, y antes de sacar a tu hijo/a de la pieza, siempre recomiendo decorar y arreglar la nueva pieza en la que va a dormir. Asegurarse de que tenga buenas cortinas, donde no entre tanta luz, tener una cuna cómoda y segura para que pueda dormir, tener quizá algunos libros, cuadros, banderines, etc.
Luego de eso, asegurarte de que las siestas de tu hijo/a sean en su pieza. Quizá partir con una siesta al día, hasta que las haga todas ahí, en su cuna.
Al mismo tiempo, jugar y leer en la nueva habitación. Hacer toda la rutina de noche ahí. La idea es que tu hijo/a se familiarice con su pieza, para que cuando despierte en la noche, reconozca el lugar como suyo y no se asuste.
Cuando todo lo anterior ya esté estabilizado en la rutina de tu hijo/a, es hora de que empiece a dor
mir ahí de noche.
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